Palais du Luxembourg, el Senado de Francia en París

El Palacio de Luxemburgo, situado en París, es un monumento de principios del siglo XVII. Encargado en 1615 por María de Médicis al arquitecto Salomon de Brosse, fue el resultado de las reformas del edificio ya existente en la época de Francisco de Luxemburgo. Actualmente es la sede del Senado de Francia.

El Palacio de Luxemburgo servía más como residencia secundaria que como palacio oficial urbano. Su planta corresponde a la característica de los palacios franceses, como el de Verneuil en el que intervino Salomon de Brosse. Tiene un patio cuadrado, la Corte de Honor, un salón de entrada coronado por una cúpula, la Cúpula Tournon y pabellones repetidos en el cuerpo de la vivienda.

Las novedades, como el cuerpo de la vivienda que tiene una gran amplitud en relación a las dos alas, y la parte central monumental, distinguen el palacio. El Palacio de Luxemburgo es el resultado de la libre inspiración tomada del Palacio Pitti, en Florencia, Italia, solicitado por María de Médicis que deseaba encontrar el espíritu florentino y la dulzura que le transmitía, especialmente a través del empleo del almohadillado de piedra en la arquitectura del edificio más que la mezcla de ladrillo y piedra.

La parte derecha del palacio estaba reservada para la reina, y la de la izquierda para Luis XIII. Una serie de cuadros se habían encargado a Rubens para cada uno de sus departamentos, pero sólo el destinado a María de Médicis se llevó a cabo, se terminaron 13 telas que se pueden ver expuestas en una sala del Louvre.

Jardin du Luxembourg, céntrico parque de París

El Jardín del Luxemburgo, el más céntrico y popular parque de París, se encuentra en el sexto arrondissement, en el Barrio Latino, cerca de la Sorbona y del Panteón. Creado en 1612 a petición de María de Médicis, alcanzó su dimensión máxima en 1792.
En el jardín se albergan actividades deportivas: tenis, baloncesto, artes marciales, y otras. Cerca de l'Orangerie, los jugadores de ajedrez se reúnen periódicamente, incluso en invierno. Hay una gran zona de juegos cercada, muy popular entre los más pequeños y sus padres, también pueden jugar en el estanque con modelos en miniatura de embarcaciones de vela o de forma remota. Adyacente a él se encuentra un excelente teatro de guiñol y un tiovivo. En ocasiones, los paseos en poni son también posibles.
Se dan actuaciones musicales gratuitas en un quiosco, y representaciones de ópera en el mismo jardín. También hay un restaurante, bajo los árboles, con mesas tanto en el interior como al aire libre.
El jardín, comúnmente llamado "Luco", es de estilo neoclásico, con calles dispuestas simétricamente alrededor del estanque octogonal central, callejones para caminar y pasear. Uno de ellos se menciona en un poema de Gerard de Nerval, Une allée du Luxembourg :
Elle a passé, la jeune fille [...]
Parfum, jeune fille, harmonie...
Le bonheur passait, il a fui !

Los jardines dan acogida a varios edificios:
  • Palacio de Luxemburgo, donde se encuentra la sede del Senado, la cámara alta del Parlamento, que mantiene la titularidad del jardín (Jardín de Luxemburgo es un jardín privado abierto al público).
  • Museo de Luxemburgo, dedicado a grandes exposiciones temporales de arte, reconocidas por la calidad de las obras presentadas.
  • L'Orangerie, que alberga naranjos del Mediterráneo. En verano, l'Orangerie es sala de exposiciones temporales.
  • El antiguo Hôtel de Vendôme, ahora ocupado por la École des Mines de París.
    Una serie de esculturas animan los jardines: alrededor del patio central, las estatuas de las reinas y princesas de Francia, empezando por Clotilde, elegidos por Louis-Philippe d'Orléans; estatuas que representan figuras de la mitología griega; estatuas de los animales; estatuas de personajes como Beethoven, Flaubert, Baudelaire, Mendès-France, Frédéric Chopin, Matilde de Flandes, esposa de Guillermo el Conquistador. También hay un original de la Estatua de la Libertad (ofrecidos por Bartholdi al Museo en 1900, y luego instalada en el jardín en 1906).
    El horario de apertura del parque depende de la estación del año: se abre entre las 7:30 y las 8:15 de la mañana, mientras que se cierra entre las 4:45 y las 9:45 de la tarde.

    Musée du Louvre de París

    El Museo del Louvre es el gran museo nacional de Francia consagrado al arte anterior al impresionismo, tanto bellas artes como arqueología y artes decorativas. Es considerado el museo más importante del mundo, por la riqueza de sus colecciones y por la influencia que ha ejercido en los restantes museos del planeta.

    Sus extensas colecciones son el resultado de un esfuerzo histórico: por un lado, el coleccionismo real desarrollado a lo largo de varios siglos, y por otro el esfuerzo de los hombres de la Ilustración y la labor desamortizadora de la Revolución francesa. La apertura del Louvre en 1793 significó, dentro de la historia de los museos, el traspaso de las colecciones privadas de las clases dirigentes (monarquía, aristocracia e Iglesia) a galerías de propiedad pública para disfrute del conjunto de la sociedad. Por ello el Louvre constituyó el precedente de todos los grandes museos nacionales europeos y norteamericanos, y de hecho fue el modelo para muchos de ellos.

    El Museo del Louvre refleja el papel protagonista de Francia como potencia económica y cultural de Europa, y recoge los mejores frutos de la actividad coleccionista y de mecenazgo promovida por sus clases dirigentes a lo largo de varios siglos. Gracias al poder de la dinastía Borbón y de Napoleón Bonaparte, a campañas arqueológicas y a posteriores adquisiciones, cuenta actualmente con diferentes colecciones de obras de arte provenientes de civilizaciones, culturas y épocas varias. Contiene alrededor un gran número de piezas, de las que sólo una pequeña parte pueden estar expuestas, por razones de espacio.

    El Louvre alberga varias de las obras maestras del arte universal, que han alcanzado la categoría de icono y que son reconocidas instantáneamente en cualquier lugar del planeta, como la Gioconda, de Leonardo Da Vinci, así como la Virgen del Canciller Rolin de Jan van Eyck, La encajera de Vermeer, la serie de grandes pinturas de La Vida de María de Médicis de Rubens, La coronación de Napoleón de Jacques-Louis David y La Libertad guiando al pueblo de Delacroix.

    El fondo de pintura francesa es colosal, con la mayor colección de obras de Poussin y que abarca un panorama desde la Edad Media hasta Ingres y Géricault. Hay que mencionar el Retrato de Luis XIV de Rigaud, Peregrinación a la isla de Citera y Gilles de Watteau, La gran odalisca de Ingres, La balsa de la Medusa de Géricault y La muerte de Sardanápalo de Delacroix.

    Sobresale la pintura italiana, con abundantes ejemplos desde Cimabue, Giotto, Fra Angelico, La Coronación de la Virgen, Andrea Mantegna y Paolo Uccello, La Batalla de San Romano, hasta Caravaggio, La muerte de la Virgen, Guido Reni... El repertorio del Renacimiento es singularmente rico, con el conjunto más valioso de Leonardo da Vinci, de quién también se exponen La Virgen de las Rocas, San Juan Bautista y otras, y varias obras de Rafael Sanzio, Tiziano, Andrea del Sarto...

    El fondo de los Países Bajos, no demasiado extenso, incluye ejemplos de primer orden desde Hans Memling hasta Rubens y Van Dyck. El repertorio holandés brilla con Rembrandt, El buey desollado, Frans Hals La gitana, y Vermeer, con la famosa Encajera y El astrónomo. Entre las muestras alemanas, destaca un Autorretrato de Durero, y las salas de pintura española incluyen a Zurbarán, Murillo, José de Ribera, El patizambo, Goya...

    No menos relevantes son las colecciones de escultura, que abarcan desde las civilizaciones antiguas de Mesopotamia y Egipto hasta el neoclásico, con Antonio Canova. Incluyen obras legendarias como los gigantescos toros alados de Mesopotamia, el Código de Hammurabi, la Venus de Milo, la Victoria de Samotracia o El escriba sentado, de la V dinastía de Egipto. El Louvre cuenta también con un fragmento de friso del Partenón de Atenas.

    La escultura de la Edad Media tiene por principal joya la Tumba de Philippe Pot, con el sarcófago sostenido por inquietantes figuras de vestiduras negras. Junto con un relieve de Donatello, destacan el Esclavo moribundo y el Esclavo rebelde de Miguel Ángel y La ninfa de Fontainebleau, encargada a Benvenuto Cellini por Francisco I.

    El departamento de antigüedades orientales conserva objetos de la región situada entre la actual India y el Mar Mediterráneo. Desde el Neolítico, numerosas civilizaciones se han sucedido en esta zona, donde se observa la aparición de una administración política, militar y religiosa. Es igualmente la cuna de la escritura, que hizo aparición alrededor del 3300 a. C. en Uruk, Mesopotamia. El museo del Louvre dispone de tres colecciones relevantes en este departamento, organizadas según los conjuntos geográficos y culturales: Mesopotamia (Sumeria, Babilonia, Asiria, Anatolia...); Irán; y Países de Levante (costa siria-palestina, Chipre).

    El departamento de Arte islámico reagrupa las colecciones provenientes del área situada entre España y la India y datan del origen de la civilización islámica (622) hasta el siglo XIX. Aquí se encuentran muchas joyas del arte islámico: como el Píxide de Al-Mughira, una caja de marfil del año 968 elaborada en el califato de Córdoba; Le Plat au Paon, una importante cerámica otomana, y sobre todo el Baptisterio de San Luis, una de las más célebres y enigmáticas piezas de este arte, creada por Muhammad ibn al-Zayn a comienzos del siglo XIV. También es destacable el material de las excavaciones en Susa (Irán), en las que el museo participó.

    Además de obras de arte, el Louvre tiene una amplia colección de muebles.

    Para planear una visita al Musée du Louvre
    , se puede empezar por realizar un paseo virtual por sus colecciones.

    Panthéon, panteón nacional en París

    El Panteón de París, monumento de la capital francesa, levanta su figura imponente sobre la colina de Santa Genoveva, en pleno Quartier Latin -Barrio Latino- rodeado de escuelas y universidades.

    Los orígenes del Panteón se remontan al año 1764. Luis XV, gravemente enfermo, había prometido construir una iglesia en honor a Santa Genoveva si lograba curarse. Así fue como, en el lugar que ocupaba la antigua abadía dedicada a la Santa, patrona de París, en ese entonces en ruinas, se colocó la primera piedra en medio de una ceremonia espectacular, que incluía una pintura gigantesca a escala real representando el monumento que iba a construirse. La idea y conducción del proyecto estuvo a cargo de Jacques-Germain Soufflot, quien falleció en 1780 sin llegar a ver su obra terminada. Fueron sus socios Rondelet y Brébion quienes la concluyeron en 1790. Es uno de los primeros monumentos neoclásicos de Francia.

    Los sucesos de la Revolución provocaron un giro en el destino del monumento. Mediante un decreto, el 4 de abril de 1791 se transformó la iglesia de Santa Genoveva en Panteón, a fin de que "el templo de la religión sea el templo de la patria, que la tumba de un gran hombre sea el altar de la libertad". Mirabeau fue el primero de esos grandes hombres, seguido por Voltaire, cuyas cenizas fueron llevadas al Panteón en 1791 con una gran ceremonia.

    En los años sobresaltados que siguieron a la Revolución, los diferentes cambios políticos hicieron que los restos de diferentes personajes fueran sepultados en el Panteón por sus virtudes y expulsados tiempo después, considerados traidores e indignos de estar allí. Mediante un decreto se estableció en 1795 que debería transcurrir un lapso de diez años antes de inhumar un cuerpo en el Panteón. En 1806, Napoleón devolvió al Panteón su caracter religioso, manteniendo así ambas funciones. Hasta la caida de Napoleón en 1815, la cripta del Panteón recibió cuarenta y un personalidades, entre científicos, militares y otros dignatarios. La revolución de 1830 transformó nuevamente al monumento en Panteón, llamado "Templo de la Gloria", para volver nuevamente a su caracter de iglesia en 1851 con Napoleón III. En 1873 se toma la decisión de decorar el Panteón con figuras religiosas y monárquicas de la historia de Francia.

    La muerte de Víctor Hugo en 1885 sella definitivamente el destino republicano del Panteón. En esa ocasión, un millón de personas acompañaron al poeta hasta su última morada. En la actualidad, el decreto autorizando la tranferencia de un cuerpo al Panteón debe ser firmado por el jefe de Estado, a pedido de un comité de personalidades o de descendientes de personajes que hayan contribuido a defender los valores republicanos o hayan participado al progreso de la humanidad.

    Entre 1791 y 1793, su aspecto sufrió transformaciones de importancia que le dieron el aspecto actual y que respetaban los ideales del momento, tales como el reemplazo de los bajorrelieves religiosos por obras que destacaban las virtudes patrióticas. También se inscribió en el frente "Aux grands hommes, la patrie reconnaissante" (A los grandes hombres, la patria agradecida).

    Estructuralmente, el edificio tiene 110 metros de largo por 84 metros de ancho. La fachada está decorada por un pórtico de columnas corintias coronadas por un frontón triangular realizado por D'Angers, representando una alegoría a la gloria de los grandes hombres, donde se reconoce a Voltaire, Rousseau y Bonaparte, entre otros. Un imponente domo de 83 metros de altura completa el conjunto.

    El interior de la nave está adornado de bajorrelieves y pinturas donde se mezclan elementos religiosos y republicanos. En 1851 Léon Foucault instaló su famoso péndulo conocido como Péndulo de Foucault; lo hizo aquí debido a que la gran altura del edificio facilitaba el experimento. Mediante este experimento se consigue demostrar la rotación de la Tierra y la existencia de la fuerza de Coriolis.

    Unas escaleras llevan a la cripta, donde se conservan los restos de 73 personalidades. Entre las más reconocidas o destacadas podemos citar a los ya mencionados Mirabeau y Voltaire, y Paul Marat, Emile Zola, Pierre y Marie Curie, Soufflot (el primer arquitecto), Louis Braille, Jean Moulin, Víctor Hugo, y el último en ingresar, Alejandro Dumas, en 2002. Cabe destacar que sólo dos mujeres fueron inhumadas en el Panteón: Marie Curie y Sophie Berthelot, esposa del químico Marcelin Berthelot.

    Le Panthéon, constituye en sí mismo una obra maestra de la arquitectura en su conjunto, a la vez que un emblema de la historia de Francia de los últimos 250 años. El Panteón es hoy, ante todo, una necrópolis republicana donde la historia de Francia se confunde con el mundo de los científicos, escritores, eclesiásticos y hombres políticos.

    Encontramos el monumento en el 4, boulevard du Palais, 5° distrito de París.

    Cathédrale Notre-Dame de París

    La Catedral de Notre-Dame de París es una de las catedrales francesas más antiguas de estilo gótico, se empezó a construir en el 1163 y se terminó en 1245. Dedicada a María, Madre de Jesucristo (de ahí el nombre Notre-Dame, Nuestra Señora), se sitúa en la pequeña Isla de la Cité en París, Francia, la cual está rodeada por las aguas del río Sena.

    Existe en esta catedral una dualidad de influencias estilísticas: por un lado, reminiscencias del románico normando, con su fuerte y compacta unidad, por otro lado, el ya innovador aprovechamiento de las evoluciones arquitectónicas del gótico, que confieren al edificio una ligereza y aparente facilidad en la construcción vertical y en el soporte del peso de su estructura, siendo el esqueleto de soporte estructural visible sólo desde el exterior.

    La planta está demarcada por la formación en cruz romana orientada a Occidente, de eje longitudinal acentuado, y no es perceptible desde el exterior. La cruz está «incrustada» en el edificio, envuelta por un doble deambulatorio, que circula por el coro en la cabecera (al este) y se prolonga paralelamente a la nave, dando lugar, así, a cuatro naves laterales.

    La fachada occidental es la fachada principal y no sólo la de mayor impacto y monumentalidad, también la de mayor popularidad. Se puede establecer en ella una afinidad en la composición y trazos generales con la fachada de la abadía de Saint-Denis, una derivación de la fachada del románico normando. La fachada presenta un conjunto proporcional, una orden de trazado coherente, de construcción racional, reduciendo sus elementos a lo esencial.

    La fachada presenta tres niveles horizontales y está dividida en tres zonas verticales por los contrafuertes ligeramente prominentes que unen en verticalidad los dos pisos inferiores y refuerzan los picos de las dos torres. Las torres tienen 69 metros de altura. La torre sur contiene la famosa campana Emmanuel. Puede visitarse, pasando por la galería de las quimeras.

    Destaca particularmente su magnífico órgano Cavaille-Coll, siendo la plaza de organista titular de Notre-Dame uno de los más altos honores a los que puede aspirar un organista. Esta plaza fue ocupada por el genial organista y compositor francés Louis Vierne entre los años 1900 y 1937, época que se recuerda como la del mayor esplendor de la Catedral como centro artístico y musical.

    Durante el espíritu del Romanticismo, Víctor Hugo escribió, en 1831, el romance Nuestra Señora de París. Situando los acontecimientos en la catedral durante la Edad Media, la historia trata de Quasimodo, que se enamora de una gitana de nombre Esmeralda. La ilustración poética del monumento abre puertas a un nuevo deseo de conocimiento de la arquitectura del pasado y, principalmente, de la Catedral de Notre-Dame de París:

    «Y la catedral no era sólo su compañera, era el universo; mejor dicho, era la Naturaleza en sí misma. Él nunca soñó que había otros setos que las vidrieras en continua floración; otra sombra que la del follaje de piedra siempre en ciernes, lleno de pájaros en los matorrales de los capiteles sajones; otras montañas que las colosales torres de la iglesia; u otros océanos que París rugiendo bajo sus pies».
    - Víctor Hugo, Notre-Dame de Paris, 1831.

    Basílica del Sacré Cœur, en París

    La Basílica del Sagrado Corazón, también conocida como Vœu national, está ubicada en lo alto de la colina de Montmartre. Es una gran iglesia cuya construcción fue ordenado por una ley aprobada por la Asamblea Nacional en julio de 1873.

    Históricamente, la colina de Montmartre, ha sido un lugar de culto: el paganismo galo creó templos dedicados a Mercurio y, probablemente, a Marte; el culto cristiano, tras el martirio del Obispo Denis en el siglo II, llevó a cabo la construcción en el siglo XII de la Iglesia Saint-Pierre, una de las más antiguas de París.

    La basílica del Sagrado Corazón de Jesús inicialmente fue concebida como un monumento público para rendir homenaje a la memoria de los numerosos ciudadanos franceses que habían perdido la vida durante la Guerra franco-prusiana y para expiar los pecados cometidos por la comuna. Fue el arquitecto Paul Abadie quien ganó el concurso para su construcción.

    La primera piedra se colocó en 1875, y aunque se completó en 1914, no se consagró hasta el fin de la Primera Guerra Mundial, en 1919. La iglesia fue construida con la participación directa del gobierno de la Tercera República, para celebrar así el inicio de un nuevo régimen, cuyas leyes constitucionales fueron votadas ese mismo año.

    Aunque muy controvertido, este es uno de los monumentos más visitados de París. La basílica tiene forma de cruz griega, adornada con cuatro cúpulas: el domo central, de 80 m de altura, está tocado por una linterna, formada por una columnata. En el ábside, una inmensa torre cuadrada hace las veces de campanario que guarda, entre otras, la Savoyarde, una campana de 3 m de diámetro y más de 26 t de peso, ofrecida por la diócesis de Chambéry. La cripta posee la misma disposición que la iglesia, y es una de las curiosidades de la basílica.

    La basílica tiene forma de cruz griega, adornada con cuatro cúpulas, su cúpula central, de 83 m de altura, está coronada por un techo conformando un tiburio. El ecléctico estilo arquitectónico de la basílica, se inspira en la arquitectura románica, la arquitectura bizantina, y especialmente en la Catedral de Saint-Front de Périgueux, influyendo en muchos otros edificios religiosos del siglo XX (la Basílica de Santa Teresa de Lisieux por ejemplo). La piedra blanca elegida para la construcción proviene de las canteras de Château-Landon. Fue elegida por el arquitecto Paul Abadie por sus cualidades de dureza y auto-limpieza en contacto con el agua.

    En el interior, el techo del ábside está decorado con el mosaico más grande de Francia, diseñado por Luc-Olivier Merson y ejecutado desde 1918 hasta 1922 por los talleres Guilbert-Martin, es una representación del Sagrado Corazón de Jesús glorificado por la Iglesia Católica y Francia. En su base se puede leer una frase en latín que significa "Al Sagrado Corazón de Jesús, la devota Francia, arrepentida y agradecida".

    Una inmensa torre cuadrada que contiene, entre otras, la campana más grande en Francia, bautizada como La Savoyarde, fundida en Annecy en 1895 por los hermanos Paccard. Fué donado a la basílica por las cuatro diócesis de Saboya, y llegó a la colina el 16 de octubre de 1895, lo que fue un evento en París.

    La cripta, que tiene la misma disposición que la iglesia, es una de las curiosidades de la basílica.

    La Basílica del Sagrado Corazón cuenta con un gran órgano, construido por el famoso constructor de órganos Aristide Cavaillé-Coll en 1898, siendo una de sus joyas, ya que cuenta con la mejor tecnología de la época.

    Después de más de un siglo, los fieles se aseguran día y noche albergue y continua adoración. Desde 1995, la Congregación benedictina del Sagrado Corazón de Montmartre garantiza, a petición del cardenal Lustiger, arzobispo de París, la animación espiritual y material de la basílica.

    Es posible subir a la Basílica tomando el funicular de Montmartre o la RATP Montmartrobus. Las dos estaciones de metro más cercana son las de Abbesses (línea 12) y Anvers (línea 2). El acceso dentro de la basílica es gratuito, y puede entrarse en ella todos los días de 6h a 23h, excepto durante los eventos especiales.

    UNESCO en París

    Las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) nació el 16 de noviembre de 1945. Para este organismo especializado de las Naciones Unidas, lo más importante no es la construcción de aulas en países devastados o restaurar sitios del Patrimonio Mundial. El objetivo fijado por la Organización, es amplio y ambicioso: construir la paz en la mente de los hombres mediante la educación, la ciencia, la cultura y la comunicación.

    La paz no es simplemente la ausencia de conflicto. La Paz significa: presupuestos dirigidos a construir, y no a destruir, infraestructuras y servicios que funcionen y mejoren, poblaciones que hagan planes de futuro, espíritus liberados del trauma de la violencia y de ideas la venganza, y sean receptivo a las ideas de solidaridad.

    La paz es un proceso voluntario basado en el respeto a la diferencia y el diálogo. La UNESCO quiere ser el constructor de este diálogo y promover la colaboración entre los pueblos, que acompañan a los Estados en la senda del desarrollo sostenible que, más allá del progreso material, debe satisfacer todas las aspiraciones humanas sin poner en peligro el patrimonio de las generaciones futuras, y sobre ello poder llegar al establecimiento de una cultura de paz basada en los derechos humanos y la democracia. Este mandato es su razón de ser y su trabajo diario.

    Esta visión global de los problemas y desafíos del mundo encuentra su representación metafórica en los elementos de su identidad visual: las dos líneas que cruzan bajo el emblema de la UNESCO crean una delta alargada símbolo de la diversidad, la fecundidad y la la canalización de las fuerzas, que resume la posición de la Organización en el mundo de hoy.

    La sede de la UNESCO en París, se encuentra situada en:
    1 Place de Fontenoy
    Paris, 75007

    +33143064839
    http://portal.unesco.org/fr

    Tour Eiffel, símbolo de París

    La Torre Eiffel es una estructura de hierro pudelado diseñada por el ingeniero francés Gustave Eiffel y sus colaboradores para la Exposición universal de 1889 en París.

    Situada en el extremo del Campo de Marte a la orilla del río Sena, este monumento parisiense, es símbolo de Francia y su capital. Construida en dos años, dos meses y cinco días en controversia con los artistas de la época, que la veían como un monstruo de hierro. Inicialmente utilizada para experimentos científicos, hoy sirve, además de atractivo turístico, como emisora de programas radiofónicos y televisivos.

    Algunos artículos, a menudo propangandistas, se publicaron incluso antes de que comenzaran los trabajos de construcción. En febrero de 1887 cerca de trescientos artistas (escritores, pintores, compositores, arquitectos, etc.) unen sus fuerzas para denunciar «la inútil y monstruosa Torre Eiffel» en la hoy célebre carta abierta Protesta de los artistas contra la torre del Sr. Eiffel. Sin embargo, algunos autores modernos considera la torre como un poderoso símbolo en particular, y una vanguardia en general.

    Algunos artistas pintan la Torre Eiffel y se inspiraran directamente en el edificio para realizar algunas representaciones que responderán a corrientes artísticas diversas. También atrajo a numerosos cantantes, el lugar servirá para espectáculos con posibilidades excepcionales, tanto para el artista como para el público. En fotografía, la mayoría de los artistas de renombre internacional han hecho de la torre objeto de sus fotografías, ya sea como objeto de fondo o como tema central.

    En literatura, novela, poesía y teatro, la Torre Eiffel ha sido abordada más de una vez por los escritores. Y sea como tema central de un libro o como un simple decoración, ha salpicado la creación literaria desde el siglo XIX hasta nuestros días.

    «Mirada, objeto, símbolo, la torre es todo lo que el hombre pone en ella y que todo es infinito. Espectáculo mirando y mirando, edificio inútil e irreemplazable, mundo familiar y símbolo heroico, testigo de un siglo y monumento siempre nuevo, objeto inimitable y sin cesar reproducido, es el signo puro, abierto a cada tiempo, a todas las imágenes y a todos los sentidos, la metáfora sin freno; a través de la torre, los hombres llevan esta gran función de la imaginación, que es su libertad, ya que ninguna historia, por muy sombría que sea, jamás pudo quitársela».
    — Roland Barthes, La Tour Eiffel, Editorial Delpire, 1964.

    Tan pronto como la ingeniería cinematográfica comenzó a desarrollarse, la Torre Eiffel fue rodeada por los cineastas más ilustres, en primera instancia, bajo la forma de documental, mas tarde en diversos largometrajes.

    Mucho más que un monumento, un símbolo, la Torre Eiffel merece siempre una visita.